.....a pesar de no tener ovarios!

por
Doctora Aliza •
Publicado
en: Cáncer, Embarazo, Mujeres y Belleza
Los
avances de la ciencia le han permitido ser madre a una mujer que había tenido
que someterse a una extirpación de ovarios debido a un tumor.
Para lograrlo, se
ha hecho un autotrasplante de tejido ovárico. Aquí te contamos más detalles
sobre esta asombrosa intervención que abre nuevas esperanzas en el campo de la
fertilidad.
El cáncer
de ovario es el quinto tipo de cáncer que más afecta a las mujeres.
Se estima
que alrededor de 200 mil mujeres en el mundo son diagnosticadas con esta
enfermedad, cada año.
Ese fue el caso de Mercedes, una mujer española que hace
poco más de diez años debió someterse a una extirpación de ambos ovarios, para
tratar el tumor que le encontraron.
Para
preservar su fertilidad, los especialistas le sugirieron congelar parte del
tejido ovárico (pues en el ovario se producen los óvulos), con un procedimiento
conocido como criopreservación.
Si bien en aquel momento la joven no tenía en
mente la maternidad, no dudó en aceptar la sugerencia.
Ahora, a
sus 31 años, esta mujer se ha sometido a un autotrasplante de tejido ovárico y
luego a un tratamiento de fertilidad, que le han permitido convertirse en mamá.
Aunque no
se trata de la primera vez que un autotransplante de tejido ovárico permite a
una mujer ser madre en España, sí es el primero en el que una mujer consigue un
embarazo después de la extirpación total de los dos ovarios a causa de un
tumor. Esta intervención pionera, que se ha llevado a cabo con éxito en el
Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues en Barcelona, España, es la segunda de
este tipo que se hace en el mundo.
Según ha
explicado el especialista Justo Callejo, responsable de este caso, la operación
consistió en hacer una pequeña incisión (cortada) a cada lado del útero y, en
un lugar cercano a la ubicación natural de los ovarios, colocar el tejido
ovárico descongelado en la paciente.
Cuatro meses después del autotrasplante,
en octubre de 2011, Mercedes comenzó a tener señales de actividad ovárica, como
tensión en las mamas o flujo vaginal, y al mes siguiente tuvo la primera
menstruación espontánea en 10 años.
Entonces,
comenzó un proceso de estimulación ovárica y un tratamiento similar al que se
sigue en el caso de las fecundaciones in vitro, que ha dado buenos resultados:
en diciembre de 2011 se anunciaba su embarazo, que llegó a buen término en
julio de 2012, cuando Mercedes dio a luz a Lucas, un hermoso bebé que pesó 3.5
kg (unas 7 libras y 11 onzas).
Este
alentador caso abre nuevas posibilidades y esperanzas para que otras mujeres
con cáncer puedan preservar su fertilidad y logren alcanzar la maternidad.
Y no
sólo las que sufren cáncer de ovario sino también otros casos que puedan
afectar la capacidad para tener hijos. Actualmente, es posible hacer la
criopreservación del tejido ovárico, embriones y óvulos (ovocitos), que se
extraen y se congelan antes del tratamiento contra el cáncer.
En el
caso de la criopreservación del tejido ovárico en particular, los médicos
cortan en tiras finas el tejido de uno de los ovarios.
Luego las tiras se
congelan y después del tratamiento contra el cáncer, los médicos pueden volver
a colocar una de las tiras del tejido ovárico descongeladas en el cuerpo.
Y lo
increíble es que no es necesario que el tejido regrese de donde vino para
comenzar a producir óvulos.
A los 20
años, Mercedes decidió aceptar esta técnica de criopreservación de su tejido
ovárico y poco más de una década después, cuando deseó ser madre, se animó a
seguir el tratamiento necesario, dejándonos a todas un precedente muy alentador
en el campo de la fertilidad.
por Doctora Aliza •
Imagen ©
iStockphoto.com / juanljones
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