jueves, 25 de febrero de 2010

EVANGELIO Y EXPLICACION 10

EVANGELIO DEL DIA

Evangelio según San Lucas 21,34-36.
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Leer el comentario del Evangelio por :
San Afraates (?- hacia 345), monje y obispo cerca de Mosul Las Disertaciones, nº 4

« Estad siempre despiertos y pedid insistentemente »

Amigo, cuando se hace lo que gusta a Dios, eso es oración, y es eso lo que me parece bello... Por encima de todo sé asiduo a la oración sin cansarte, tal como está escrito pues nuestro Señor dijo: «Orad sin cesar». Asiste con asiduidad a las vigilias, aleja de ti el sueño y la pesadez, permanece en vela día y noche sin desanimarte. Voy a enseñarte los modos de oración: en efecto, está la oración de petición, la de acción de gracias y la alabanza; la de petición es cuando pedimos misericordia por nuestros pecados, la acción de gracias es cuando das gracias a tu Padre que está en los cielos, y la alabanza cuando le alabas por sus obras. Cuando estás en peligro, acude a la petición; cuando te sabes provisto de bienes dale gracias al que te los da; y cuando estás de buen humor, presenta la alabanza. Todas tus plegarias debes presentarlas delante de Dios según las circunstancias. Fíjate en lo que el mismo David decía en todo momento: «Me levanto a medianoche a darte gracias por tus justos juicios» (Sl 118,62). Y en otro salmo dice también: «Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto» (Sl 148,1). Y, finalmente, dice: «Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca» (sl 33,2). Porque no debes orar siempre de la misma manera sino según las circunstancias. Y yo, amigo, estoy completamente convencido que todo lo que los hombres piden asiduamente, Dios se lo concede. Pero el que ofrece con hipocresía no es agradable al Señor, tal como está escrito: Al que hace oración, que se fije bien en si su ofrenda no tiene algún defecto, y si es así que la ofrezca seguidamente, pues de lo contrario su ofrenda quedará en tierra (cf Mt 5,23-24; Mc 11,25). Y, ¿qué es la ofrenda sino la oración?... En efecto, de todas las ofrendas, la oración pura es la mejor
__________________
_________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario