domingo 25 Marzo 2012
Domingo de la quinta semana de Cuaresma
Fiesta de
Evangelio según San Juan 12,20-33.
fiesta, había unos griegos
que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y
le dijeron: "Señor, queremos ver a Jesús".
Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron
a Jesús.
El les respondió: "Ha llegado la hora en que el Hijo del
hombre va a ser glorificado.
Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la
tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho
fruto.
El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no
está apegado a su vida en este mundo, la conservará
para
El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté,
estará también mi servidor. El que quiera servirme,
será honrado por mi Padre.
Mi alma ahora está turbada, ¿Y qué diré: 'Padre,
líbrame de esta hora'? ¡Si para eso he llegado a esta
hora!
¡Padre, glorifica tu Nombre!". Entonces se oyó una
voz del cielo: "Ya lo he glorificado y lo volveré a
glorificar".
La multitud que estaba presente y oyó estas palabras,
pensaba que era un trueno. Otros decían: "Le ha
hablado un ángel".
Jesús respondió: "Esta voz no se oyó por mí, sino por
ustedes.
Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el
Príncipe de este mundo será arrojado afuera;
y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra,
atraeré a todos hacia mí".
Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir.
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