viernes, 3 de septiembre de 2010

CUENTO

Piel de Oso
Un joven soldado que atravesaba un bosque, fue a encontrarse con un mago. Este le dijo:-Si eres valiente, dispara contra el oso que está a tu espalda.El joven disparó el arma y la piel del oso cayó al suelo. Este desapareció entre los árboles.-Si llevas esa piel durante tres años seguidos -le dijo el mago- te daré una bolsa de monedas de oro que nunca quedará vacía. ¿Qué decides?El joven se mostró de acuerdo. Disfrazado de oso y con dinero abundante, empezó a recorrer el mundo. De todas partes le echaban a pedradas. Sólo Ilse, la hermosa hija de un posadero, se apiadó de él y le dio de comer.-Eres bella y buena, ¿quieres ser mi prometida? -dijo él.-Sí, porque me necesitas, ya que no puedes valerte por ti mismo -repuso llse.El soldado, enamorado de la joven, deseaba que el tiempo pasase pronto para librarse de su disfraz. Transcurridos los tres años, fue en busca del mago.-Veo que has cumplido tu promesa-dijo éste-. Yo también cumpliré la mía. Quédate con la bolsa de oro, que nunca se vaciará y sé feliz.En todo aquel tiempo, llse lloraba con desconsuelo.-Mi novio se ha ido y no sé dónde está.-Eres tonta -le decía la gente-; siendo tan hermosa, encontrarás otro novio mejor.-Sólo me casaré con "Piel de Oso"-respondía ella.Entonces apareció un apuesto soldado y pidió al posadero la mano de su hija. Como la muchacha se negara a aceptarle, él dijo sonriente:-¿No te dice el corazón que "Piel de Oso" soy yo?Se casaron y no sólo ellos fueron felices sino que, con su generosidad, hicieron también dichosos a los pobres de la ciudad.
Fin

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