martes, 31 de enero de 2012

SUEÑO

SUEÑO


Cubría tu imagen un tupido velo,

tejido con odio, rechazo y despecho,

se rompió en mi sueño, volviste a mi lecho,

y brilló en la noche tu rostro en mi cielo.

Desperté feliz, gozando el consuelo

de amar tu presencia y aceptar el hecho

que vivo muriendo por tu ruin cohecho

de risas, caricias, dolor y recelo.

De nuestra pasión, de nuestra amargura,

de tu frialdad, de mi amor ardiente,

de tu sensatez y de mi locura,

quedó un buen recuerdo: una ilusión pura,

un fértil oasis en mi arena ardiente,

un lúcido sueño en mi noche oscura.

Emma-Margarita R. A.-Valdés

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