MI CHATIN----
HOLA.. DESEO DE CORAZON TU ESTES BIEN DE SALUD Y CON UNION FAMILIAR .. TEN PRESENTE QUE EL AMOR UNÍDO AYUDA A MANTENER SIEMPRE LA PAZ.... RECUERDA .....**.LA UNION HACE LA FUERZA.**
sábado, 26 de marzo de 2011
martes, 15 de marzo de 2011
jueves, 10 de marzo de 2011
poemas
Yo
Muchos me han dicho:
Muchos me han dicho:
—El viento, el mar, la lluvia,
el gritode los pastores... Otros:
—La hembra humana y el cielo;otros: —La errante sombra y el invisible velode la Verdad, y aquellos:
—La fantasía, el mito.Yo no.
Yo sé que todo es inefable ritoen el que oficia un coro de arcángeles en vuelo,y que la eternidad vive en sagrado celo,en el que engrenda el Hombre y pare lo infinito.Por eso,
mis palabras son silencio hablado,y en la fatal urdimbre de cada ser, encuentrodifícil losabido y fácil lo ignorado..
.Yo soy el Mercader de una divina feriaen la que infinito es círculo sin centroy el número la forma de lo que es materia.
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Poema de un día.
Meditaciones rurales
Heme aquí ya, profesor de lenguas vivas
Heme aquí ya, profesor de lenguas vivas
(ayer maestro de gay-saber, aprendiz de ruiseñor),
en un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío, entre andaluz y manchego. Invierno. Cerca del fuego. Fuera llueve un agua fina, que ora se trueca en neblina, ora se torna aguanieve. Fantástico labrador, pienso en los campos.¡Señor qué bien haces! Llueve, llueve tu agua constante y menuda sobre alcaceles y habares, tu agua muda, en viñedos y olivares.
Te bendecirán conmigo los sembradores del trigo; los que viven de coger la aceituna; los que esperan la fortuna de comer; los que hogaño, como antaño, tienen toda su moneda en la rueda, traidora rueda del año. ¡Llueve, llueve; tu neblina que se torne en aguanieve, y otra vez en agua fina! ¡Llueve, Señor, llueve, llueve!
En mi estancia, iluminada por esta luz invernal ?la tarde gris tamizada por la lluvia y el cristal?, sueño y medito. Clarea el reloj arrinconado, y su tic-tic, olvidado por repetido, golpea. Tic-tic, tic-tic... Ya te he oído. Tic-tic, tic-tic... Siempre igual, monótono y aburrido.
Tic-tic, tic-tic, el latido de un corazón de metal. En estos pueblos, ¿se escucha el latir del tiempo? No. En estos pueblos se lucha sin tregua con el reló, con esa monotonía que mide un tiempo vacío. Pero ¿tu hora es la mía? ¿Tu tiempo, reloj, el mío? (Tic-tic, tic-tic...)
Era un día (Tic-tic, tic-tic) que pasó, y lo que yo más quería la muerte se lo llevó. Lejos suena un clamoreo de campanas... Arrecia el repiqueteo de la lluvia en las ventanas. Fantástico labrador, vuelvo a mis campos. ¡Señor, cuánto te bendecirán los sembradores del pan! Señor, ¿no es tu lluvia ley, en los campos que ara el buey,
y en los palacios del rey? ¡Oh, agua buena, deja vida en tu huida! ¡Oh, tú, que vas gota a gota, fuente a fuente y río a río, como este tiempo de hastío corriendo a la mar remota, en cuanto quiere nacer, cuanto espera florecer al sol de la primavera, sé piadosa, que mañana serás espiga temprana, prado verde, carne rosa, y más: razón y locura y amargura de querer y no poder creer, creer y creer! Anochece; el hilo de la bombilla se enrojece, luego brilla, resplandece poco más que una cerilla. Dios sabe dónde andarán mis gafas... entre librotes revistas y papelotes, ¿quién las encuentra?... Aquí están. Libros nuevos. Abro uno de Unamuno. ¡Oh, el dilecto, predilecto de esta España que se agita, porque nace o resucita! Siempre te ha sido, ¡oh Rector de Salamanca!, leal este humilde profesor de un instituto rural. Esa tu filosofía que llamas diletantesca, voltaria y funambulesca, gran don Miguel, es la mía. Agua del buen manantial, siempre viva, fugitiva; poesía, cosa cordial. ¿Constructora? ?No hay cimiento ni en el alma ni en el viento?. Bogadora, marinera, hacia la mar sin ribera. Enrique Bergson: Los datos inmediatos de la conciencia. ¿Esto es otro embeleco francés? Este Bergson es un tuno; ¿verdad, maestro Unamuno? Bergson no da como aquel Immanuel el volatín inmortal; este endiablado judío ha hallado el libre albedrío dentro de su mechinal. No está mal; cada sabio, su problema, y cada loco, su tema. Algo importa que en la vida mala y corta que llevamos libres o siervos seamos: mas, si vamos a la mar, lo mismo nos ha de dar. ¡Oh, estos pueblos! Reflexiones, lecturas y acotaciones pronto dan en lo que son: bostezos de Salomón. ¿Todo es soledad de soledades. vanidad de vanidades, que dijo el Eciesiastés? Mi paraguas, mi sombrero, mi gabán...El aguacero amaina...Vámonos, pues. Es de noche. Se platica al fondo de una botica. ?Yo no sé, don José, cómo son los liberales tan perros, tan inmorales. ?¡Oh, tranquilícese usté! Pasados los carnavales, vendrán los conservadores, buenos administradores de su casa. Todo llega y todo pasa. Nada eterno: ni gobierno que perdure, ni mal que cien años dure. ?Tras estos tiempos vendrán otros tiempos y otros y otros, y lo mismo que nosotros otros se jorobarán. Así es la vida, don Juan. ?Es verdad, así es la vida. ?La cebada está crecida. ?Con estas lluvias... Y van las habas que es un primor. ?Cierto; para marzo, en flor. Pero la escarcha, los hielos... ?Y, además, los olivares están pidiendo a los cielos aguas a torrentes. ?A mares. ¡Las fatigas, los sudores que pasan los labradores! En otro tiempo... Llovía también cuando Dios quería. ?Hasta mañana, señores. Tic-tic, tic-tic... Ya pasó un día como otro día, dice la monotonía del reloj. Sobre mi mesa Los datos de la conciencia, inmediatos. No está mal este yo fundamental, contingente y libre, a ratos, creativo, original; este yo que vive y siente dentro la carne mortal ¡ay! por saltar impaciente las bardas de su corral.
poemas
Irrevocablemente
Por donde quiera que escudriñe la mirada,
Por donde quiera que escudriñe la mirada,
sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada
;flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...
Ya no abrió nunca el cielo ni¡la tierra sus puertas!Días de lasitud, desesperanza y tedio
;no hay más para la vida que el fúnebre remediode la muerte, no hay más, no hay más, no hay másque caer como un punto negro
y vagoen la onda lívida del lago,para siempre jamás...
La gran plegaria
La gran plegaria
El tiempo es hambre y el espacio es fríoorad,
orad, que sólo la plegariapuede saciar las ansias del vacío.
El sueño es una roca solitariaen donde el águila del alma anida:soñad, soñad,
entre la vida diaria. El tiempo es hambre y el espacio es fríoorad, orad, que sólo la plegariapuede saciar las ansias del vacío.
El sueño es una roca solitariaen donde el águila del alma anida:soñad, soñad, entre la vida diaria.
Un detalle
Un detalle
Un trozo de azul tienemayor intensidad que todo el cielo;yo siento que allí vive, a flordel éxtasis feliz,
mi anhelo.Un viento de espíritus pasamuy lejos, desde mi ventana,dando un aire en que despedazasu carne una angélica diana.
Y en la alegría de los gestos,ebrios de azur, que se derraman...siento bullir locos pretextos,que,
estando aquí, ¡de allá me llaman!
La danza de los astros
La sombra azul y vasta es un perpetuo vueloque estremece
La danza de los astros
La sombra azul y vasta es un perpetuo vueloque estremece
el inmóvil movimiento del cielo;la distancia es silencio, la visión es sonido;el alma se nos vuelve
como un místico oídoen que tienen las formas propia sonoridad:luz antigua en sollozos estremece el Abismo,
y el Silencio Nocturno se levanta en sí mismo.Los violines del éter pulsan su claridad.
poemas
Irrevocablemente
Por donde quiera que escudriñe la mirada,sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada;flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...Ya no abrió nunca el cielo ni¡la tierra sus puertas!Días de lasitud, desesperanza y tedio;no hay más para la vida que el fúnebre remediode la muerte, no hay más, no hay más, no hay másque caer como un punto negro y vagoen la onda lívida del lago,para siempre jamás...
Por donde quiera que escudriñe la mirada,sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada;flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...Ya no abrió nunca el cielo ni¡la tierra sus puertas!Días de lasitud, desesperanza y tedio;no hay más para la vida que el fúnebre remediode la muerte, no hay más, no hay más, no hay másque caer como un punto negro y vagoen la onda lívida del lago,para siempre jamás...
poemas
Oh aquellos días claros...
Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellosdías entre jardines, entre libros y sueños,a qué poco han quedado reducidos: las piedrasbrillantes al sol alto del dulce mediodía-¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-,las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarraspolvorientas, suaves, bajo los almecinos,aún tienen un rescoldo de recuerdo en mis manos;el jazmín del estío -¡qué fue de aquella nieve!-,que daba olor de fiesta a la tranquila noche,aún lo siento en el pecho, cuando cierro los ojos;y el rumor de las olas, lenta, lejanamente,en mi interior florece cuando llueve el silencio.Calor, olor, rumores: a qué poco han quedadoreducidos los días lejanos y felices.A veces el sonido de una piedra, cayendoen una verde alberca, me hace creer que nuncadebió formarse un hombre sobre aquel que gozabasobresaltando aguas tranquilas. Y quién sabesi hoy, corriendo esas aguas hacia mares futuros,también piensan que nunca debieron de ser ríos.
Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellosdías entre jardines, entre libros y sueños,a qué poco han quedado reducidos: las piedrasbrillantes al sol alto del dulce mediodía-¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-,las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarraspolvorientas, suaves, bajo los almecinos,aún tienen un rescoldo de recuerdo en mis manos;el jazmín del estío -¡qué fue de aquella nieve!-,que daba olor de fiesta a la tranquila noche,aún lo siento en el pecho, cuando cierro los ojos;y el rumor de las olas, lenta, lejanamente,en mi interior florece cuando llueve el silencio.Calor, olor, rumores: a qué poco han quedadoreducidos los días lejanos y felices.A veces el sonido de una piedra, cayendoen una verde alberca, me hace creer que nuncadebió formarse un hombre sobre aquel que gozabasobresaltando aguas tranquilas. Y quién sabesi hoy, corriendo esas aguas hacia mares futuros,también piensan que nunca debieron de ser ríos.
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