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sugerencias para mejorar el cepillado de tus dientes
¿Le
tienes miedo al dentista? Quizás le puedas perder un poco el
miedo si llegas al consultorio con una dentadura brillante y cuidada. Para
conservarla en condiciones óptimas, aquí encontrarás varios consejos que
mejoran tu cepillado diario. Es sencillo. Quizá no están quedando tan
limpios como piensas….Aquí compartimos algunas sugerencias que pueden hacer la
diferencia.
¿Estás de prisa, y
en menos de un minuto “despachas” el cepillado de tus dientes, pensando que
quedaron limpios y radiantes? Quizá estás en un error, y tal vez te equivoques
también en otras cosas. Si quieres conservar tu salud dental, lo primero es
aprender los secretos de cepillarte correctamente los dientes. Los siguientes
truquitos te ayudarán. Vienen bien recomendados, nada menos que por los
expertos de la American Dental Association (ADA) y
la American Academy of Cosmetic Dentistry.
1.
El cepillo. Para
empezar, elige el cepillo adecuado. Se recomienda que selecciones uno de cerdas
suaves, ya que las más duras pueden lastimarte la encía. Debes cepillar con
suavidad para no dañar el esmalte. Si te cepillas los dientes con mucha fuerza,
puedes hacer que la encía se retraiga o se desgaste y hasta podrías dañar la
estructura de los dientes. Se debe de hacer en movimientos cortos de lado a
lado cubriendo todas las superficies del diente.
En cuanto al tamaño,
si tienes que abrir mucho la boca para que entre el cepillo, éste es demasiado
grande. En general, el cepillo de cabeza pequeña alcanza mejor las áreas más
profundas de la boca. El
uso del cepillo manual o el eléctrico es cuestión de preferencia personal. Los eléctricos
tienen la ventaja de que facilitan la limpieza, sobre todo si tienes artritis o
cualquier otro problema que afecte tu habilidad manual.
2.
La frecuencia y el tiempo. Se
recomienda cepillar los dientes dos veces al día, pero tres veces,
después de cada comida, es aún mejor. Tampoco debes excederte. Cepillar con
demasiada frecuencia puede deteriorar el esmalte y dañar las encías.
El cepillado de los
dientes toma al menos dos minutos (30 segundos por cada cuarta parte de la
dentadura). Al cepillarlos, usa movimientos cortos y suaves, y no olvides las
áreas menos accesibles. Tampoco es bueno que la limpieza se prolongue demasiado
tiempo para que no se dañen las encías.
Cuando termines de
cepillarte los dientes, enjuaga bien el cepillo y deja que se seque al aire. Un
cepillo húmedo tiene más probabilidades de desarrollar bacterias.
3.
La técnica. Limpia
primero la superficie exterior de los dientes de arriba, y luego la de los de
abajo. Haz lo mismo después en la superficie interior de los dientes de arriba
y de abajo. A continuación, cepilla el borde de la dentadura, diente por
diente. Sostén el cepillo a un ángulo de 45° de la encía, y usa movimientos
cortos. Si cepillas tus dientes de lado a lado, puedes lastimar la encía.
4.
La lengua. Recuerda: no
hay aliento fresco si la lengua no está limpia. No te olvides de
cepillarla suavemente para eliminar las bacterias que se adhieren a ella y para
mantener el aliento siempre fresco. Y dale también de paso una “repasadita” al interior de las
mejillas y al cielo de la boca para que quede bien limpia toda la cavidad
bucal.
5.
Cuánto dura el cepillo. Normalmente el
cepillo debe reemplazarse cada tres meses. Pero si ves señales de deterioro o
deformación de las cerdas antes, busca uno nuevo. Las cerdas que no están en
buenas condiciones no te proporcionan una limpieza adecuada. También debes
reemplazar el cepillo si has tenido una gripe u otra enfermedad, ya que las
cerdas son un imán para las bacterias y podrían dar lugar a que te
infectes otra vez.
6.
La pasta. Existen
una gran variedad de pastas dentales (para evitar las caries, para blanquear
los dientes, para las encías sensibles, etc.). A no ser que tu dentista te
indique otra cosa, lo mejor es usar la pasta clásica con flúor. Si quieres
iluminar tu sonrisa, alterna la pasta regular con la blanqueadora.
Importante: las
sugerencias previas son muy útiles, pero no sustituyen las
visitas regulares al dentista. Y para que surtan efecto, no las
pongas en práctica sólo de vez en cuando. Debes seguirlas con constancia, entre
visita y visita al dentista, si quieres que te ayuden a mantener una buena
salud bucal.
Imagen
© Thinkstock / Fuse
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